Trabajar las emociones con niños es algo fundamental. Cuando los niños tienen necesidades especiales, este desafío puede tomar algo más de tiempo. 

Thalía (@aprendiendoconectado), psicóloga en Colombia nos cuenta cómo trabajó el tema de las emociones junto a un niño con trastorno del espectro autista de 6 años que no hablaba. 

“El solía golpear o gritar cuando algo no le gustaba, así que el trabajo de emociones era importantísimo como herramienta de comunicación con quienes interactuaba en su día a día”.

“En primer lugar, es importante establecer vínculos. Las interacciones sociales para ellos son difíciles. Y un vínculo no se puede forzar. Los niños con TEA son muy perceptivos y comprenden mucho más de lo que comunican, por lo que el primer desafío es darse el tiempo de establecer el vínculo antes de comenzar a trabajar con ellos”.

“Hay mucho donde se puede trabajar con los niños, sobre todo si se encuentran en etapas tempranas. Se les puede ayudar mucho a evolucionar y que cuenten con herramientas para desenvolverse, pero suele ser más complejo saber cómo hacerlo”.

Objetivo de la Actividad:  Identificar emociones básicas, de tal forma que las pueda reconocer tanto en sí mismo, como en las personas que lo rodean.

Descripción de la actividad

  1. Toma granitos, piedras pequeñas, garbanzos o lentejas vencidas, plastilina de diferentes colores y tamaños, bolitas de cartulina. Lo que tengas a mano. Lo importante es que sea más de una textura y ojalá de colores neutros. 

  1. Crea las expresiones con los materiales y resalta las microexpresiones. Ej. en la cara de enojo puedes exagerar el fruncir el ceño. En la cara de sorprendido enfatizar la boca abierta . 

  1. Escribe junto a la representación de la emoción el nombre de cada una de ellas.

“La idea, es presentarle al niño el estímulo completo: primero que vea la representación, luego tú la señalas y la actúas. Usa tu tono y el volumen de la voz para que el niño pueda comprender las diferencias entre las emociones. Puedes además, aún si el niño no sabe leer, señalar con el dedo las letras del nombre de la emoción a medida que la vayas leyendo. Este es el momento de ser exagerados jaja”

Otras consideraciones
Estar siempre receptivos a la mirada del niño, no forzar ni hacer solicitudes de que nos miren, si se ha establecido el vínculo y ellos se encuentran interesados lo realizaran de forma espontánea.

Thalía nos cuenta más sobre la actividad…

¿Qué cambios pudiste notar luego de realizar esta actividad? 

“Como su forma de comunicación es a través de sonidos, él le asignó un sonido a cada emoción. Hay algunas emociones para las que usó el mismo sonido que presenté yo al gesticular la emoción. Pero para otras, como el enojo, inventó su propio sonido. Hacía un grito pequeño y trataba de fruncir el ceño, tal como habíamos aprendido. 

Otro cambio fue que finalmente logró reconocer emociones, y por ejemplo, cuando notaba que alguien cercano estaba triste, le acariciaba la mejilla”.

Para niños más grandes…

“Esta actividad también puedes hacerla con niños más grandes, pero aumentando un poco la dificultad. Puedes presentarle imágenes de personas interactuando en un contexto particular e ir conversando sobre cómo es la expresión de cada persona y conversamos sobre lo que podría estar sintiendo”.


“Cuando trabajamos con niños con necesidades especiales tenemos que pensar en que sus cerebros son muy distintos al nuestro y que por lo mismo requerimos otro tipo de estrategias.
¿Conoces el cuento el monstruo de colores? El cuento es muy popular y es genial poder trabajar emociones con los niños a través de él. Sin embargo, es muy importante realizar una adecuada valoración de cada persona, ya que todos los cerebros son diferentes y en algunos casos se puede presentar que al asociar un color a las emociones, podrían llevar este aprendizaje a otros escenarios y contextos diferentes que tal vez tengan una intención diferente. Es por eso que las actividades sugiero que sea con colores muy neutrales.

"Es muy importante conocer a nuestros chicos, pues, aunque las decoraciones son muy bonitas y tal vez a muchos maestros les gusta decorar el salón, es importante ser muy cuidadosos, ya que por ejemplo para un niño con TDAH puede ser fatal, ya que reciben muchos estímulos al mismo tiempo y no saben para donde mirar, para otros puede ser divino y para otros una sobre carga de información.... Cada niño es distinto y tenemos que conocer y adecuarnos a sus necesidades”


Puedes encontrar todos los materiales de Thalía en su perfil de Aprendiendo Conectados: 






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