En las aulas, como en la vida, cada estudiante es único. Algunos aprenden a otro ritmo, otros nos enseñan a mirar el mundo con nuevos ojos. Lo importante no es la condición, sino las oportunidades que les damos para crecer y brillar.

Como educadores, tenemos el poder de derribar barreras, desafiar prejuicios y construir espacios donde cada persona sea valorada por lo que es. Porque la inclusión no es un favor, es un derecho.

Que hoy sea un recordatorio de que la empatía transforma y que la verdadera educación es aquella que abraza la diversidad 🌎💙

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