El Imperio Romano, que dominó gran parte de Europa, África y Asia durante siglos, tuvo un impacto profundo en la historia mundial. Su sistema de leyes y gobierno influyó en el desarrollo de las estructuras jurídicas y políticas modernas. La ingeniería romana, con sus acueductos y carreteras, estableció estándares de infraestructura que persisten hoy. Además, la cultura romana, incluyendo el arte, la literatura y la lengua latina, sentó las bases para muchas culturas occidentales. La expansión del Imperio Romano facilitó el intercambio cultural y económico, conectando diferentes regiones y contribuyendo a la globalización.