Componer teselaciones artísticamente es crucial porque transforma un concepto matemático en una expresión visual cautivadora. Al integrar patrones repetitivos con creatividad, se logra un equilibrio entre la precisión geométrica y la estética. Este enfoque no solo enriquece el aprendizaje de las matemáticas, sino que también estimula la apreciación del arte en contextos matemáticos, mostrando cómo las dos disciplinas pueden fusionarse para crear obras únicas y visualmente impactantes.