El acto de colorear va más allá de la diversión; es una herramienta crucial para el desarrollo cognitivo y emocional. Al colorear, los niños mejoran habilidades motoras finas, coordinación mano-ojo y concentración. Además, estimula la creatividad al permitirles explorar combinaciones de colores, formas y patrones, fortaleciendo conexiones neuronales fundamentales. Este proceso artístico no solo promueve la expresión personal, sino que también facilita la comprensión de conceptos básicos como colores, formas y tamaños. 
El siguiente material fue creadora para trabajar lo anteriormente mencionado con una temática especifica, la navidad.